Miguel Pedrero Hernández, lauréat 2023 du Prix international de Littérature Antonio Machado


MIGUEL PEDRERO HERNANDEZ

   Miguel Pedrero Hernández est journaliste, professeur d’université et écrivain. Né à Madrid, il est titulaire d’un doctorat de l’université Carlos III, d’un diplôme en journalisme de l’université Complutense et il est expert en relations internationales. Il a couvert des conflits en tant qu’envoyé spécial, comme le processus final de l’apartheid en Afrique du Sud, les guerres des Balkans, les conflits au Moyen-Orient, au Maghreb et en Irlande du Nord. Il a aussi été témoin d’élections dans divers pays européens et aux États-Unis, parmi les plus importantes.
   Il est un amateur de sports de montagne et de nature et, dans ce cadre, il gère un site web www.caminosdelahistoria.com sur les itinéraires de randonnée sur des sites historiques. Il est également l’auteur de deux romans.


 

Miguel Pedrero entouré par trois des membres du Jury du Prix international, Manuel Aznar, Christine Rivalan et Emmanuel Le Vagueresse

 

Les Editions La Voragine de Santander présentent le livre publié de Miguel Pedrero.

 


DISCURSO PREMIO INTERNACIONAL ANTONIO MACHADO

Bonjour,

Mesdames et messieurs, c’est pour moi un honneur et une grande joie d’être ici. Je veux remercier la Fondation Antonio Machado pour ce prix, qui sert à préserver la mémoire de l’un des grands auteurs de la littérature espagnole et universelle. Merci également au jury qui a jugé que mon roman, « La mirada escondida », méritait le prix décerné par la Fondation.

Cette distinction me remplit de fierté, que je veux partager non seulement avec vous, ma famille et mes amis, mais aussi avec ceux qui sont présent d’une manière ou d’une autre dans le récit du roman : je fais référence à ces Espagnols, à leurs familles et à leurs descendants qui ont dû quitter leur pays après une guerre pour se réfugier ici, dans le pays voisin, où ils ont dû affronter les mêmes dangers et risques quelques mois plus tard, après l’invasion nazie de la France.

Beaucoup pensaient qu’une fois la guerre mondiale terminée, l’Europe ne serait plus témoin de ces mouvements de population, qui ont touché d’abord les Espagnols, mais après aussi les Allemands, les Polonais et d’autres peuples de l’Europe de l’Est. Mais aujourd’hui, comme vous le savez, environ huit millions d’Ukrainiens ont été contraints de quitter leur pays pour des raisons similaires : à cause d’une guerre qui assombrit une fois de plus le territoire de l’Europe. C’est à eux que je destine ma première réflexion et mon premier souvenir ici.

Rappelant ce qu’Antonio Machado a écrit sur la Première Guerre Mondiale, et qui est aussi pertinent aujourd’hui qu’à l’époque à laquelle notre grand poète l’a écrit: “Es bárbara la guerra y torpe y regresiva / ¿por qué otra vez a Europa esta sangrienta racha / que siega el alma y esta locura colectiva? / ¿Por qué otra vez el hombre de sangre se emborracha?

Le roman essaie de refléter ce monde des combattants républicains espagnols, qui ont prolongé leur confrontation contre Franco par leur combat contre les nazis. Un rôle que l’histoire n’a pas fini de leur reconnaître complètement.

 La novela, a pesar de todo eso, no es otra cosa que una novela: un relato de ficción que incorpora, eso sí, acontecimientos que ocurrieron de forma real. Mi admirado Gabriel García Márquez lo decía de forma clara : una novela gana cuando incorpora esos acontecimientos sacados de la realidad, al revés que ocurre cuando los relatos periodísticos incluyen aspectos de ficción, perdiendo así su carácter de reflejo de la realidad en esos casos. Una barrera entre ficción y realidad solo traspasada en los escritos informativos por aquella corriente del Nuevo Periodismo de las últimas décadas del siglo XX que nos ha dejado, sin embargo, autores memorables como Gay Talese, Michael Herr o John Hersey, cuya magistral obra “Hiroshima” sigue siendo hoy un alegato también en contra de los horrores de la guerra.

La novela “La mirada escondida” no es sin embargo una novela histórica, ni un ensayo sobre ese periodo, sino un relato que se apoya en personajes y situaciones ocurridas en el entorno de la II Guerra Mundial en el sur de Francia y en momentos actuales… Parte, sí, de un hecho cierto: la desaparición de 33 cuadros de grandes maestros de la pintura escondidos en el castillo de Rastignac, en la Dordogne, una fría mañana de marzo de 1944. Un hecho que también he querido denunciar en mi obra: la desaparición de miles de grandes obras de arte en aquellos años que todavía hoy no se han recuperado o devuelto a sus legítimos propietarios. Se ha destruido u ocultado con ello a la humanidad unos objetos artísticos irrepetibles, como decía el filósofo alemán Walter Benjamin, fallecido cerca de aquí, camino del exilio pero en dirección contraria a la de nuestro gran poeta Antonio Machado. Benjamin destacaba también el carácter casi religioso de las obras de arte, en tanto que trasciende lo simplemente humano. Sirva también esta novela para recordar esas pérdidas de obras de arte todavía sin resolver en muchos casos.

El escenario de la obra en ciudades como Toulouse, Madrid, Londres y Jerusalén sirve también para recordarnos la globalidad de un mundo en el que todo ocurre de forma entrelazada, en el que nuestra vida, nuestro bienestar y nuestra economía se alimenta para bien o para mal de esas conexiones que se escapan muchas veces al entender del ciudadano común, pero que sin ellas volveríamos seguramente a un mundo de horizontes pequeños casimedievales.

Más allá de todas estas reflexiones que quiero compartir con ustedes, desearle al lector de la novela un transitar agradable por una historia cargada de giros, también de suspense y de relato de situaciones inspiradas en viejos secretos de mi propia familia. Un transcurrir por una historia en la que destaca tanto la sensibilidad hacia los objetos de arte, como a la del sufrimiento de aquellas mujeres y hombres que tuvieron que vivir unos momentos duros que, como he referido, se han vuelto lamentablemente a repetir en la Europa de estos días.

Un relato que he construido atento a lo que nuestro gran Antonio Machado ponía en boca de Juan de Mairena, cuando este dice a sus alumnos de Literatura que “la prosa no debe escribirse demasiado en serio. Cuando en ella se olvida el humor -bueno o malo dice Machado- se cae en el ridículo de una oratoria extemporánea, o en eso que llaman prosa lírica, tan empalagosa”.
Espero no haber caído en esas trampas, siguiendo las enseñanzas del maestro, y espero por tanto también que disfruten del relato.

Avec ce souhait et avec l’espoir qu’un homme au bon sens du mot bon comme l’était Antonio Machado inspirera nos ouvrages, je vous souhaite une agréable lecture de mon roman.

Merci beaucoup. Muchas gracias.