40 ans de la création de la Fondation Antonio Machado

Antonina Rodrigo lisant le texte de Monique Alonso
Antonina Rodrigo lisant le texte de Monique Alonso

Madame Antonina Rodrigo, écrivaine espagnole fidèle aux journées d’hommage à Machado, a lu la lettre de Madame  Monique ALONSO, membre  fondateur durant les actes d’hommage du 19 février 2017.

Queridos amigos machadianos,

 Quisiera recordar una efeméride gracias a la que se vienen celebrando cada año estos actos. Efectivamente hace 40 años, el 22 de febrero de 1977, reuní en el hotel des Templiers a los testigos que quedaban en vida de la corta estancia de Don Antonio en Collioure. El único objetivo de la convocatoria era lograr para la historia una versión fidedigna de lo que fueron los últimos días del Poeta en este pueblo. Estaban presentes Mme Juliette Figueres, Jacques Baills y el señor Rivada que siempre había sido muy reticente en hablar de este tema y que nos aportó un testimonio muy valioso sobre estos soldados que portaron el féretro de Don Antonio. Yo regresaba de Madrid en que había tenido largas horas de conversación con Matea Monedero  que además me escribió una larga carta con su testimonio.

Quisieron acompañarme en esa Jornada: mi padre, que siempre me alentó para que siquiera adelante con la Fundación y mis investigaciones. Y me acompañaron también mis amigos Antonio Gardó, Manolo Valiente y Teresa Rebull. Hicimos un alto en nuestras discusiones para ir a la tumba del Poeta y las reanudamos por la tarde porque había mucho que contar y mucha información que contrastar. Conforme iba avanzando la Jornada me iba rondando por la cabeza que era una pena que ya no existiera una “asociación” que se encargara de la tumba del Poeta y que se encargara de brindarle cada año un homenaje (aunque a él no le gustaran mucho), sin olvidar en ese
homenaje a su madre y a todos los exiliados españoles muertos nada más pisar tierra francesa, muchos de ellos en los campos de concentración cercanos a Collioure. Así fue como al final del día revele mi idea a los asistentes que aprobaron por unanimidad y firmaron un escrito de compromiso para que se llevara a cabo.

Mis buenos amigos Antonio Gardó (que en aquel entonces entendía más de trámites burocráticos que yo) y Manolo Valiente (por vivir en Perpignan y estar in situ) me ayudaron mucho en esta tarea y en octubre de 1977 vio oficialmente la luz esta Fundación que nos permite rendirle este homenaje a Don Antonio y a los exiliados.

Esta inauguración fue muy concurrida y muchos de los allí presentes aquel día no han dejado nunca de acompañarnos año tras año: Jacques Baills, Adelita del Campo, Paul Combeau, Mme Figueres, Margarita Giral, Marie Laffranque, Kalinka Pradal, J.A Ramirez, Antonina Rodrigo Vida Zabraniecki,  y un largo etc.

 

He querido recordar esta efeméride, desconocida para tantos porque como dijo Federico García Lorca: “el olvido es la muerte”. No he podido hacerlo personalmente por estar convaleciente de una intervención quirúrgica pero mi corazón está en Collioure.

Muchas gracias

Monique Alonso